Una Pausa...

Hay que detenerse.
Dejarnos embargar por la simple rotación de la tierra, hacer una pausa, escuchar el silencio del mar y el de la montaña. Empaparse de sol, procurar la sombra fresca de una jabilla inmensa, oler la tierra…..sumergir las manos en la arena y dejar que la espuma del mar juegue con el ruedo de los pantalones que no remangaste lo suficiente. Lavarse la cara con agua de manantial y dejar refrescar el alma con el correr de un río. Descifrar con los ojos cerrados el cantar de unas aves y la maraca sutil de unas semillas secas dentro de sus vainas a merced del viento……… hay que sentir el viento. Una brisita fresca que nos arrulle el rostro, un golpe de brisa que nos sacuda enteros, pero hay que sentirlo. Predecir un aguacero a olfato puro; dejar la lluvia caer sobre nosotros…que empape nuestro pelo, que se pose en nuestras pestañas, que una avalancha de gotas recorra nuestra cara…..Ver cómo el rocío es de muchos colores y las flores se preñan de luz y de miel. Acostarse en la grama y descubrir figuras en las nubes, morder la pulpa dulce de una fruta tibia… ….tenemos que abrir los brazos, mirar al cielo y dar las gracias.