Saturday, January 30, 2010

En el ojo ajeno


En el ojo ajeno todo se ve mas claro.
El ‘body language’… la pupila buscando una verdad creativa hacia la izquierda, una mentira escondida a la derecha. Los hombros encorvados, las narices altivas, los labios fruncidos.
El estudio psicológico de ‘los otros’. Las que se tapan las caderas, las que se destapan el escote…los de los zapatos sucios, los de las camisas almidonadas, y las uñas impolutas.
Los que hablan hasta agotar los pulmones, los que hablan de si mismo, los que hablan de sus madres, los que hablan de sus carros, los que no dicen nada. Los que simplemente callan y escanean con sospecha a todos los demás. Los cuasi inteligentes, los que pretenden serlo y el resto de los rubios. Los que intuyen y saborean con pinceladas ridículas un misterio teatral. Los dramáticos, los cómicos, los que exageran y buscan penosamente la atención… como todos los otros: como los que hablan, como los que callan, como los que otorgan. El desfile de vanidades…los colores, los anchos, el peso, la ropa. Todo un circo de juicios… de flacos, gordos, lindos, feos, solos, mal acompañados…no importa, lo que importa es que sean necesariamente defectuosos. Hipócritas, como nosotros, vanidosos, como yo mismo, juiciosos, para mi consuelo, vacíos, para llenarme un poco, con un defecto tan inmensamente visible como el mío.
El ojo ajeno no es más que un espejo misericordioso.

Hoy me llamaron guitarra...


Hoy me llamaron guitarra…

Para hacer de un piropo conocido que no implica más que una cintura, su preludio y despedida, me lancé al vacío de la osadía… “original” fue lo único que en el medio de mi descortés cortesía se me ocurrió responder. Para mi absoluta sorpresa mi fugaz y desconocido enamorado repostó… “estoy seguro de que en los brazos correctos haces música”.
Mi estado de shock ha persistido sin disminuir su intensidad inicial.
Después de hacerme ciento catorce preguntas en relación a tan astuta respuesta sigo sin saber si me han dicho una grosería o si me tropecé con el último romántico atrevido del Distrito Nacional… decido aceptar su piropo, asumir su respuesta y pensarla hermosa.
Ciertamente soy como una guitarra. Postrada en una silla podría ser… acomodada en los brazos correctos soy.
Soy una cierta música que emana en las caricias, en el toque de unas manos sinceras que me quieran. Me gustan las noches bohemias acompañadas de voces roncas y redondas; sueño con serenatas aunque sean ajenas. Me gusta cobrar vida a merced de un arrullo, me gusta estar en los brazos correctos. Me gusta ser la parte de un recuerdo que llega cuando cierras los ojos…

Pobre Peter Pan


Pobre Peter Pan...
Todo el cosmos conspira para que nunca olvidemos que existimos, que somos, que sentimos y que –definitivamente- ocupamos algún tipo de lugar en el espacio.
Esta tarde pensé que andaba sola en busca de una foto… para mi gran sorpresa me di cuenta de que
ella pisaba mis talones. Mi sombra querida, siempre imitando mis pasos… no hay por que negar que me ayuda a recordar que estoy, que soy, que existo.

Si por alguna razón damos la presencia de nuestra sombra por sentado, sin agradecerle su perenne compañía, imaginemos un día sin ella. Nuestra sombra, brújula, reloj de sol. No puedo ni arrancar a imaginar
la justificada paranoia de Peter Pan.

Hay que apreciarla en todas sus formas, escondida debajo de nuestros pies a las 12 del medio día, o haciendo un absoluto display de presencia a las 5 de la tarde de un otoño caribeño.

Mismo


Quién me impulsa? Quién me detiene? Quién me acompaña en la faena del camino?... tengo para todo la misma respuesta..... Yo.
Soy mi espejo, mi reflejo, mi sombra, mi rastro y mi horizonte. Lo hice por mi, lo hago por mi... finalmente cuando todos se han ido solo me quedo conmigo. Dios lo puso bien claro "y a tu projimo como a ti mismo".... entonces las respuesta es una sola: MISMO.
Que todos podamos descubrir, valorar y dignificar a 'mismo' a partir de esta nueva decada.

Existo


Donde podríamos guardar un resumen de nuestra vida?
Se supone que vivamos nuestra vida con la honestidad e intensidad suficiente como para vivirla una segunda vez al recordarla. Sin embargo el terror de recurrir a un ‘juicio final’ ha tenido que imponerse… no recordaremos selectivamente, por todo lo hecho se nos pedirá la cuenta.
Si obviáramos la posibilidad del juicio y fuéramos directamente a nuestra responsabilidad… podríamos dejarles a nuestros hijos la historia de nuestra vida en una gota de agua? En una transparencia esférica donde todo lo hecho se pueda exponer? Seria una vida en la que ellos querrían verse reflejados?
No creo que a la hora de alguien recordarnos espere la cuenta exacta, o los actos justos, o el pensamiento pulcro… nadie ignora la ausencia de la perfección. Lo que se espera es el resultado de una vida digna de admirarse a pesar de cualquier pesar.
Espero llenar una gota de agua de valor, sentimientos honestos y alguna que otra frase para recordar. Insisto, todo el cosmos conspira… y si bien ayer intenté olvidar que vivía, esta gota de agua se ocupó de reflejarme, con todo y edificio. Es un hecho…existo.