Monday, January 16, 2012

Correr


Qué lástima que la sangre no corre como aguas de un manantial y desemboca en un lecho de sal.... Si mi sangre corriera hasta perderse y brotaran de las cavernas de mi cuerpo nuevos líquidos para rodar cada día por mi ser... Si la sangre fuera el hábitat de la memoria... Si la sangre dejara de correr…
Si por lo menos corrieran los dolores ahogados de escarlata, de hielo, de pasado. Si los buenos sabores, los vinos, los besos no marchitaran con el rugir del tiempo.
Si por lo menos después de cada baño de sol me quedara tu carne entre los dedos, tus labios tatuados en la lengua y tu sonrisa prendida del alma… pero como todo lo demás, sigues corriendo.
Queda solo la herida del camino que con brío y sin piedad recorriste. Quedan tus huellas en la piel ya fría, queda esta humedad densa y perenne, queda mi rastro leve en la yema de tus dedos… chorreras de nostalgia, corre todo de prisa, me ahogo en el silencio.